A la historia de la Filosofía Hegel le dedica una de sus grandes obras: las Lecciones sobre la historia de la Filosofía. En ella presenta el desarrollo histórico de la Filosofía como un proceso en el que la verdad misma deviene, enriqueciéndose y haciéndose cada vez más compleja y profunda.
En la introducción a dichas Lecciones, dice el filósofo alemán: “La historia de la Filosofía despliega ante nosotros la sucesión de los espíritus nobles, la galería de los héroes de la razón pensante, que, sostenidos por la fuerza de esta razón, han sabido penetrar en la esencia de las cosas, de la Naturaleza y del espíritu, en la esencia de Dios, y que han ido acumulando con su esfuerzo, para nosotros, el más grande de los tesoros: el del conocimiento racional.”
En su desarrollo, la Filosofía parte de lo más abstracto, general, e imperfecto, y avanza por contradicción y superación hacia lo más perfecto y rico. Cada momento asume lo anterior y lo integra, no lo anula. Cada sistema filosófico pervive formando parte del posterior.
Según sostiene Urdanoz, con Hegel “la historicidad entendida en sentido iluminista, como negación y crítica de la tradición, es sustituida por el ideal romántico de la historicidad, como una herencia, como un revivir que es al mismo tiempo renovar y conservar el patrimonio espiritual adquirido”.